taller tropical de tejido y bordado. Entrada libre.
viernes, 20 de enero de 2012
un miércoles cualquiera
Los días pasaban uno tras de otro, como en fila india para el banco, lentamente, aburridos. No se detenían nunca, ni siquiera para tomar el fresco, porque el fresco no estaba ahí para ser tomado por nadie. No estaba. Un Miércoles cualquiera veía pasar los días, uno tras otro, con la cara de no tener preguntas. Un buen día uno de los días se salió de donde estaba y lo miró a los ojos. ¿Qué tanto esperas?, le preguntó de forma franca. Miércoles no supo responderle y al día siguiente se formó con todos los días a esperar su turno.
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